sábado, 22 de enero de 2011
En blanco
Llevo unos cuantos días en blanco, y no, no es por falta de noticias, ni de comentar, ni de compartir con vosotros, es simplemente que estoy en blanco. En blanco y harta, harta de oír sandeces por parte de los políticos, de las cortinas de humo, de las subidas de los productos básicos, las bajadas de sueldos, y congelación de las pensiones. Hasta cuando vamos a tener que seguir aguantando todo esto, lo más seguro es que la paciencia del pueblo explosione por algún lado. Lo malo es que los que van a sufrir las consecuencias son los de siempre, los más débiles. Es una lástima que no nos solidaricemos e intentemos solucionar en la medida de nuestras posibilidades los problemas cotidianos que nos van surgiendo. Creo que poco a poco, granito a granito, entre todos se puede ir trabajando para mejorar nuestro entorno, pero no, nos aferramos a lo poco o mucho que tenemos, y nos estamos volviendo egoístas, pero digo yo, ¿no volvemos egoístas o nos vuelven egoístas? Lo que sinceramente creo es que es lo segundo, porque estamos viendo a diario esos desplantes de los políticos hacia nosotros, que deberían estar trabajando para todos, para el pueblo, pero no, se están embolsando cantidades astronómicas de dinero que no les pertenece para sus cuentas particulares, pasan de los problemas, acumulan bienes, en previsión de lo que pueda pasar, sólo piensan en ellos mismos, y les salen bien las jugadas, pues entonces ¿que quieren que hagamos los demás? pues lo mismo, cada uno apanda para su bolsillos y que caiga como siempre, el más desfavorecido. De lo que parece que no nos damos cuenta es que todo pasa, y cuando esto pase, no nos vamos a poder mirar la cara uno a otros, y lo peor de todo, la generación que viene detrás, lo va a hacer peor, peor para nosotros, mejor para ellos, que van a ser los que se queden recogiendo lo que estamos sembrando, y si sembramos egoísmo e indiferencia recogeremos soledad.
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