Hola, sé que hace muchos días que no he entrado por aquí, entre las cosillas diarias, y la perecilla, pues ya veis, ni hola he dicho en muchos días, y a veces me pregunto, ¿y para qué? ¿me lee alguien? bueno la verdad es que la cosa no me preocupa mucho, porque esto más bien es un desahogo personal, ya que muchas veces, entre que no hablo a menudo con nadie (mis gatas no cuentan) y pocas ganas de hacerlo, si al final no escribo, igual me estallaba alguna venita del cerebro, aunque tampoco lo creo, total, "pá" media neurona que me queda...
Bueno a lo que iba yo hoy, la contaminación que nos atenaza, y que no hacemos nada para paliarla, ya que evitarla es impensable, ya que eso atentaría con nuestra cómoda existencia diaria. Coches particulares a mansalva, calefacciones, aires acondicionados, aviones, etc.etc. Y no hay nadie que ponga remedio al asunto, cuando es lo más fácil, claro que requiere de una buena dosis de solidaridad y de mirarse en la cara del vecino. Compartir coche particular, si no, hacer uso de los transportes públicos, aquí en Málaga al menos estos funcionan muy bien, puntualmente y con unas rutas muy bien trazadas y planificadas, pero es como en todas partes, veo los autobuses con cuatro o cinco usuarios, y creo que lo son porque o son muy jóvenes para tener vehículo propio o muy mayores, la verdad es que no lo entiendo, yo tengo coche propio, pero desde luego que no se me ocurre cogerlo para ir al centro, por ejemplo, ni al cine, ni a por el pan, pero lo que haga yo desde luego que no remedia nada. Luego la cosa está en las consultas médicas con niños asmáticos, ancianos con problemas respiratorios, que entre lo que fuman y lo que nos obligan a tragar, no veas, así vamos a cascarla todos, boqueando, como los besugos fuera del agua. En Madrid y Barcelona dicen las noticias que tienen una "boina" de contaminación, pero como los señores alcaldes (regidores) no impongan la solución, la boina se va a convertir en sombrero de copa, por lo que yo sé, en otros países europeos, los centros de las ciudades se restringen a la circulacion particular algunos días al mes, otras zonas incluso se cierran totalmente, y nadie protesta ni patalea, bueno, igual al principio si, pero luego, cuando se va viendo de nuevo el azul del cielo, y se pueden llenar los pulmones de aire, la cosa cambia, y el personal lo agradece, y ya al menos no se rebota tanto. Creo que si no nos tomamos esto en serio, ya os digo, como besugos fuera del agua.
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